abril 18, 2010

Virus de transmisión sexual dura más en hombres no circuncidados

Traducido del inglés: jueves, 15 de abril, 2010

NUEVA YORK (Reuters Health) - Si bien los hombres sin circuncidar no tendrían alto riesgo de adquirir el virus del papiloma humano (VPH), un estudio demuestra que, en ellos, la eliminación del virus en el organismo demora más tiempo.

Dado que el VPH causa verrugas genitales y ciertos cánceres, los resultados explicarían por qué los hombres no circuncidados tienen alto riesgo de sufrir cáncer de pene.

Podría también tener un papel en la susceptibilidad de las parejas a desarrollar infecciones.

"El estudio demuestra que el efecto aparentemente protector de la circuncisión contra la infección por el VPH no incluiría una disminución de las nuevas infecciones, sino una mayor capacidad de eliminar las infecciones existentes", escribió el equipo de la doctora Brenda Y. Hernández, de Cancer Research Center of Hawaii, en Honolulu.

Pero se desconoce la causa de ese efecto y si la circuncisión podría ser una buena forma de prevenir la diseminación de las enfermedades por el VPH.

Algunas cepas del VPH causan cáncer de cuello uterino en las mujeres y son el blanco de las vacunas Cervarix y Gardasil. Algunas cepas también causarían cáncer de pene.

Existen evidencias de que la circuncisión reduce la posibilidad que tienen los hombres de desarrollar cáncer de pene y de contraer una infección por VPH, como así también por VIH, en algunas poblaciones.

Dado que las parejas de los hombres sin circuncidar tienen alto riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino, el equipo opinó que es posible que la circuncisión también altere la diseminación del virus.

Los autores ya habían hallado que los hombres circuncidados eran menos propensos que los no circuncidados a infectarse con el VPH en algún momento de sus vidas.

Para determinar si la circuncisión modificaría el riesgo que tiene un hombre de infectarse con el VPH y con qué rapidez podría eliminar el virus del cuerpo, el equipo siguió a 357 hombres durante 14 meses.

Cada dos meses, se les realizó la prueba de VPH; 290 participantes estaban circuncidados.

Durante el estudio, se registraron 536 infecciones distintas por el VPH, sin diferencia en cuanto al riesgo entre los hombres circuncidados y no circuncidados.

De todos modos, el equipo halló que las infecciones por el VPH en la cabeza, o el glande, del pene duraron alrededor de 154 días en los hombres circuncidados y 91 días en los hombres sin circuncidar.

El aumento de la duración de la infección se registró tanto para las cepas cancerosas y no cancerosas.

El cáncer de pene suele aparecen en el glande y el hecho de que esa infección con las cepas cancerosas demoraran más en los hombres sin circuncidar "tiene importancia clínica".

Es posible "que la transmisión del VPH a las parejas sexuales sea más eficiente en los hombres circuncidados debido a la mayor duración de la infección", agregaron los autores.

De todos modos, dijeron que "aún queda por demostrar si la circuncisión facilita la eliminación del VPH".

FUENTE: Journal of Infectious Diseases, 1 de mayo del 2010.

Mayoría de niños con un tipo de estrabismo desarrolla miopía

Traducido del inglés: miércoles, 14 de abril, 2010

NUEVA YORK (Reuters Health) - Los niños con una variación del estrabismo, u ojos bizcos, son altamente propensos a desarrollar miopía en la edad adulta.

En un nuevo estudio, publicado en American Journal of Ophthalmology, los autores revisaron las historias clínicas de 135 niños en Minnesota con exotropía intermitente, en la que un globo ocular a veces se mueve hacia afuera (se separa de la nariz) cuando una persona mira un objeto.

El equipo halló que el 91 por ciento era miope al llegar a los 20 años, incluidos los participantes que habían tenido una corrección quirúrgica del problema ocular.

La exotropía intermitente es una forma de estrabismo, un trastorno en el que ambos ojos no se pueden concentrar en la misma imagen.

En países occidentales, la forma más común de estrabismo es la esotropía, que ocurre cuando los ojos se mueven hacia adentro; el 1 por ciento de los niños en Estados Unidos padece exotropía intermitente.

De todos modos, el trastorno es dos veces más frecuente en los niños asiáticos que la esotropía, lo que significa que sería la forma más común de estrabismo en el mundo.

Aun así, no existen muchos estudios sobre los efectos de la exotropía intermitente en la visión infantil, según el equipo del doctor Brian Mohney, de Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota.

El equipo revisó las historias clínicas de 135 niños, a los cuales se les había diagnosticado exotropía intermitente entre 1975 y 1994.

El 7 por ciento desarrolló miopía a los 5 años, el 46 por ciento a los 10 y el 91 por ciento a los 20 años.

Esas tasas superan a las de la población general de Estados Unidos, donde, según el equipo, apenas un tercio de la población de entre 12 y 17 años es miope.

El estrabismo aparece debido a un problema en la coordinación cerebral de los ojos o por un trastorno en los músculos que controlan el movimiento ocular. La cirugía es una opción terapéutica.

Al 40 por ciento de los participantes se le había corregido quirúrgicamente la desalineación ocular. Pero la cirugía no redujo el riesgo de desarrollar miopía.

Los resultados no prueban que la exotropía intermitente cause miopía. Pero sí sugieren que sea un factor de riesgo de ese problema visual, escribieron los autores.

También destacaron que los resultados muestran la importancia de la consulta oftalmológica regular en los niños con exotropía intermitente para detectar precozmente cualquier problema visual.

FUENTE: American Journal of Ophthalmology, marzo del 2010.

Una mutación genética aumenta el riesgo de muerte súbita en personas que sufren de epilepsia

Un estudio encuentra que los pacientes que portan la variante genética tienen diez veces más probabilidades de morir sin advertencia

Traducido del inglés: miércoles, 14 de abril, 2010

Imagen de noticias HealthDayMIÉRCOLES, 14 de abril (HealthDay News/DrTango) -- Una mutación en un gen llamado Kv1.1 parece estar asociada con un latido cardiaco irregular y muerte repentina en pacientes de epilepsia, según un estudio reciente.

Las personas que sufren de epilepsia pero que por lo demás están sanas tienen diez veces más probabilidades de lo normal de morir de forma repentina e inesperada. Hace mucho se sospecha que los canales de iones anormales en las células que causan la epilepsia también aumentan el riesgo de muerte súbita al afectar el corazón.

Los canales de iones son proteínas que tienen que ver con la comunicación nerviosa en las células. En los humanos, el canal de ión del potasio Kv1.1 ayuda a regular las señales eléctricas en el cerebro. La mutación del gen Kv1.1 se ha asociado con convulsiones espontáneas, movimientos musculares anormales, y problemas con la coordinación motriz. Este estudio reciente encontró que la mutación del gen Kv1.1 también afecta la función cardiaca.

Ratones modificados para que les faltara el gen de los canales del Kv1.1 mostraron señales de epilepsia grave y movimientos involuntarios, y murieron prematuramente debido a ritmos cardiacos erráticos causados por problemas en la comunicación entre el cerebro y el corazón.

Los autores del estudio especularon que en los ratones que carecen de los canales del Kv1.1, el nervio vago, que ayuda a regular los ritmos cardiacos al enviar señales cerebrales al corazón, pierde el control. Entonces, el nervio "envía impulsos adicionales al corazón, diciéndole que vaya más lento, o incluso que deje de latir, cuando no debe", señaló en un comunicado de prensa el primer autor del estudio Edward Glasscock, del Colegio de Medicina Baylor en Houston, Texas.

Los hallazgos, que aparecen en la edición del 14 de abril de la revista The Journal of Neuroscience, podrían llevar a mejores tratamientos para los pacientes en riesgo, afirmaron los investigadores.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare

FUENTE: Society for Neuroscience, news release, April 13, 2010

Un largo tiempo de preservación no es dañino en el trasplante de córnea

El hallazgo sobre las tasas de fracaso podría ayudar a los cirujanos que importan tejidos de donantes

Traducido del inglés: martes, 13 de abril, 2010

Imagen de noticias HealthDayMARTES, 13 de abril (HealthDay News/DrTango) -- De acuerdo con un nuevo estudio, la probabilidad de que un trasplante de córnea fracase no se verá afectada por la edad del donante, el tiempo de conservación de la córnea ni por el método de preservación.

El hallazgo procede de un estudio en el que participaron 388 personas a las que se les dio seguimiento durante 20 años luego de un trasplante de córnea. Durante este tiempo, fracasaron 83 de los injertos, incluidos 26 debido a la falla endotelial tardía, que es el incremento del grosor y pérdida de claridad de la córnea.

Durante el periodo de seguimiento, la densidad celular endotelial de las córneas trasplantadas se redujo una media de 74 por ciento. El estudio no encontró ninguna pérdida celular entre los 15 y 20 años de seguimiento. Además, el riesgo de fallo del injerto fue más bajo en las personas diagnosticadas con queratoconos (un trastorno degenerativo en el que la córnea adquiere una forma de cono) que en las que tenían disfunción endotelial (una reducción en el número o rendimiento de las células endoteliales), señalaron el Dr. Sanjay V. Patel, de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, y sus colegas.

Las córneas de donantes que tenían una menor densidad celular antes del trasplante y mayor pérdida de células endoteliales a los dos meses después del trasplante se asociaron con fallo endotelial tardío en las personas que tenían disfunción endotelial pero no queratoconos.

Se encontró que el tiempo transcurrido entre la muerte del donante y el trasplante de córnea no afectaba el riesgo. Tampoco lo hacía la forma en que se preservaban las córneas.

"Los hallazgos del estudio ofrecen una prueba adicional de que el aumento del tiempo de preservación del trasplante desde la muerte no tiene ningún efecto sobre el fallo del tejido. Esta es una información importante para los cirujanos que importan tejidos de donantes o aceptan tejidos de donantes con un mayor tiempo de preservación", escribieron los investigadores.

El estudio aparece en la edición de abril de Archives of Ophthalmology.

El consumo de bebidas alcohólicas en la adolescencia podría conducir a problemas posteriores en los senos

Un estudio halla que en la misma medida en que aumenta el consumo de alcohol también lo hace el riesgo de enfermedades no cancerosas del seno

Traducido del inglés: martes, 13 de abril, 2010

Imagen de noticias HealthDayLUNES, 12 de abril (HealthDay News/DrTango) -- El consumo frecuente de alcohol entre las adolescentes podría aumentar las probabilidades de que desarrollen enfermedades no cancerosas de los senos entre los 20 y 29 años y posiblemente de cáncer en una etapa posterior de la vida.

La investigación, que aparece en la edición del 12 de abril de Pediatrics, encontró que las chicas que bebían grandes cantidades de alcohol en su adolescencia, a diario o casi todos los días, eran cinco veces más propensas a desarrollar enfermedades no cancerosas del seno en la adultez temprana que sus contrapartes que no bebían o que consumían alcohol menos de una vez a la semana.

La enfermedad benigna del seno incluye varias afecciones que no son malignas. El fibroadenoma, un tumor no canceroso, es el más común entre las mujeres de 30 años o menos. La coautora del estudio Catherine Berkey, bioestadista de la Facultad de medicina de Harvard en Boston, dijo que se sabe que las enfermedades benignas del seno aumentan el riesgo de cáncer de mama.

¿Significa esto que las adolescentes que beben alcohol están en mayor riesgo de tener cáncer de mama a una edad temprana?

"Nuestro estudio podría sugerir que beber alcohol en la adolescencia eleva el riesgo de cáncer de mama, o bien en todas las mujeres o en aquellas que tendrán enfermedades benignas del seno, pero se necesitará un seguimiento a largo plazo" para confirmarlo, señaló.

Un aspecto único del estudio de Berkey fue que evaluó los hábitos de consumo de bebida en la adolescencia. Otros estudios habían basado sus conclusiones en lo que las mujeres recordaban sobre lo que bebían a esa edad muchos años atrás.

"Nuestro estudio es el primero que recopila los datos sobre el consumo de alcohol en la adolescencia y lo combina con un seguimiento continuo de las mujeres a medida que desarrollan la enfermedad", dijo.

En el estudio participaron 6,899 mujeres que habían formado parte del "Growing Up Today Study" (Estudio del crecimiento hoy en día) cuando tenían entre 9 y 15 años. La información sobre el consumo de bebida alcohólica se recopiló por medio de una encuesta de seguimiento cuando las participantes tenían entre 16 y 23 años. También se realizó otra encuesta entre los 18 y 27 años que incluía preguntas sobre enfermedades del seno.

En total, 147 participantes informaron tener enfermedades benignas del seno, y 67 casos se confirmaron mediante biopsia.

Cuando Berkey y sus colegas analizaron los diagnósticos de enfermedades benignas de la mama y de consumo de alcohol, hallaron que el riesgo de enfermedades benignas del seno aumentaba junto con la frecuencia de consumo de alcohol: al pasar de un riesgo 1.5 veces mayor por beber uno o dos días a la semana a tres veces mayor por beber entre tres y cinco días a la semana, y a un riesgo 5.5 más alto por beber entre seis y siete días a la semana, cuando se compararon con las que nunca bebían o bebían menos de una vez a la semana.

Incluso las que bebían una vez a la semana no estaban del todo fuera de peligro, señaló Berkey. "Sospecho que podría haber un riesgo adicional pequeño de enfermedades benignas del seno para las que consumen incluso pequeñas cantidades de alcohol en su adolescencia", explicó.

La adolescencia es un periodo crítico para exposiciones que pueden conducir potencialmente al cáncer, señaló, porque las glándulas mamarias crecen de manera rápida durante este periodo.

Berkey apuntó que sospecha que la relación se debe a que el alcohol aumenta los niveles totales de estrógeno, lo que a su vez incrementa las probabilidades de las enfermedades benignas del seno.

"Para mí, esto no es una sorpresa", dijo la Dra. Patricia Ganz, directora de investigación en la prevención y el control del cáncer en el Centro de Oncología Integral Jonsson de la Universidad de California en Los Ángeles. "Se sabe que el consumo regular de alcohol aumenta el riesgo de cáncer de mama y de enfermedades benignas del seno en la mujer", apuntó, "y algunos tipos de enfermedades benignas del seno aumentan el riesgo de cáncer de mama".

Y aunque calificó el nuevo estudio como excelente, advirtió de que la muestra era relativamente pequeña.

"No me gustaría asustar [a las adolescentes] diciéndoles que van a tener cáncer de mama si beben", comentó Ganz. Por otro lado, agregó: "El mensaje de salud pública es que estas niñas no deberían estar bebiendo de cualquier forma".