octubre 25, 2014

Estrategias Nutricionales y Función Inmunológica

Contenido Destacado
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2Aging and Geriatric Research, College of Medicine, University of Florida, Gainesville, Florida.
3Player Development, United States Tennis Association, Boca Raton, Florida.
4Nutritional Feats Nutrition Consulting, Statesboro, Georgia.

Resumen

La disfunción inmunológica puede ser una causa importante de la reducción del rendimiento en los atletas. En la actualidad, al parecer, los efectos del ejercicio sobre las respuestas inflamatorias e inmunológicas son de carácter hormético, esto significa que el ejercicio moderado es beneficioso, mientras que el ejercicio crónico intenso puede ser perjudicial. El ejercicio crónico extremo puede llevar a una inmunodepresión y posiblemente a síntomas de sobreentrenamiento. Dado que muchos atletas entrenan con volúmenes y/o intensidades extremas, es importante que los atletas y los entrenadores comprendan las teorías básicas de la inmunodepresión para asegurar la calidad del entrenamiento.
Palabras Clave: citoquinas, sobreentrenamiento, hormesis, URTI

INTRODUCCION

En el ámbito deportivo, tanto atletas como entrenadores se esfuerzan continuamente por encontrar los regímenes de acondicionamiento óptimos para asegurar el máximo rendimiento. Utilizando la teoría de sobrecarga progresiva, los entrenadores crean programas de entrenamiento para sobrecargar a los atletas con la esperanza de que la adaptación resulte en ganancias en la potencia aeróbica y anaeróbica. La sobrecarga progresiva utiliza la teoría de adaptación general de Selye (44), proporcionando la base del entrenamiento.
La identificación del estrés positivo y negativo es crucial para el éxito del programa de acondicionamiento, el primero mejora y el último disminuye las adaptaciones positivas del entrenamiento. Desafortunadamente, llegar hasta el límite continuamente durante el entrenamiento en un intento por lograr mayores ganancias puede dar como resultado una sobrecarga excesiva, a menudo conocida como síndrome de sobreentrenamiento (OTS). El OTS se produce durante períodos de entrenamiento intenso y promueve la fatiga y el estancamiento, tanto de manera fisiológica como psicológica (12, 47).
De diversas maneras, el efecto del ejercicio sobre el sistema inmunológico presenta efectos horméticos, que se han definido mediante una relación dosis-dependiente en la que una dosis baja de una sustancia es estimulante y una dosis alta es inhibitoria (16). Se ha reportado que el ejercicio moderado produce un entorno anti-inflamatorio y, por lo tanto, disminuye el riesgo de sufrir una infección (16, 35, 37, 41, 49). Por el contrario, el ejercicio intenso puede incrementar las respuestas inflamatorias y el riesgo de sufrir una infección (24, 36, 52). Nieman (23) ha descrito a esta relación como una curva en forma de “J”, en la que el riesgo de infección del tracto respiratorio superior (URTI) puede reducirse a un nivel por debajo del de una persona sedentaria, pero es muy probable que el riesgo aumente con el ejercicio excesivo de intensidad elevada (Figura 1). Si el ejercicio intenso continúa por un período extenso, un atleta puede desarrollar OTS, una designación clínica que puede dar como resultado alteraciones fisiológicas, psicológicas, bioquímicas e inmunológicas, incluyendo un cambio persistente en el humor, disminución del rendimiento y una mayor susceptibilidad a sufrir una infección (12, 47).
La respuesta del sistema inmunológico al ejercicio no puede examinarse de manera aislada. Diversos factores (Figura 2), incluyendo el estrés, las lesiones, la exposición al entorno y el estado nutricional, se han asociado a la depresión inmunológica (14). Un riesgo de lesión mayor como resultado de la depresión inmunológica puede ser al mismo tiempo un riesgo de entrenamiento reducido y rendimiento disminuido en la competencia. Debido a la importancia de una salud adecuada durante el entrenamiento y la competencia, puede resultar beneficioso que los atletas y los entrenadores tengan al menos un conocimiento superficial del sistema inmunológico y los desafíos que el sistema enfrenta durante el entrenamiento y la competencia. El objetivo de este artículo es analizar las posibles estrategias nutricionales a fin de prevenir la disfunción inmunológica y los síntomas del OTS.

LA FUNCION INMUNOLOGICA Y EL OTS

El sistema inmunológico humano es un sistema complejo que consiste de 2 subsistemas principales: las defensas innatas (también conocidas como de tipo no específico) y las defensas adaptativas (también conocidas como de tipo específico). El sistema inmunológico innato se refiere a aquellos procesos inmunológicos que están presentes en el nacimiento y no necesitan un mayor desarrollo ante el encuentro de una sustancia externa. La respuesta inflamatoria o “inflamación” es un componente clave para el adecuado funcionamiento de la inmunidad innata (3). Puede describirse a la inflamación como la acumulación de fluidos acompañada de hinchazón, enrojecimiento y dolor, producidos por células inmunológicas activadas como los macrófagos, las citoquinas, las quimioquinas y otras proteínas que tienen influencia sobre la respuesta inmunológica innata (54).

Figura 1. Curva en forma de ‘‘J’’ de inmunidad del ejercicio (adaptado de Nieman (23)).
El proceso inflamatorio con frecuencia se produce tras un ejercicio agotador, en especial del ejercicio que produce un daño muscular significativo. Por lo tanto, el sistema inmunológico y la inflamación están vinculados de manera intricada. Es importante que entrenadores y atletas comprendan este vínculo para organizar de manera sistemática el entrenamiento e implementar estrategias de recuperación exitosas para ayudar a mejorar el rendimiento y limitar la aparición de enfermedades y lesiones inducidas por el entrenamiento.
Al parecer existe un vínculo entre el sistema inmunológico, el cerebro y el músculo esquelético que si no se comprende y se monitorea adecuadamente, puede provocar una reducción del rendimiento, una posible depresión psicológica y una mayor susceptibilidad a la enfermedad. El vínculo puede estar en las citoquinas, dado que el OTS a menudo está acompañado por concentraciones incrementadas de citoquinas circulantes (45). Las citoquinas son moléculas de señalización que cumplen una función importante en la regulación de la respuesta inmunológica. Además de su función como mensajeros químicos en la función inmunológica, las citoquinas también cumplen una función en la homeostasis de la glucosa, el metabolismo de los lípidos y la función cerebral (35). Asimismo, las citoquinas están ligadas al daño muscular y, en parte, están reguladas por el estrés oxidativo. Se ha demostrado que las citoquinas, en especial la interleuquina (IL)-6, se producen no sólo en el tejido adiposo y el músculo esquelético (35), sino también en el tejido peri-tendinoso (19) y el cerebro (32).
Dado que las citoquinas pueden acceder al cerebro a través de varios caminos (35, 47), se ha propuesto que pueden ser capaces de producir disminuciones físicas, psicológicas e inmunológicas asociadas con el OTS (47). También es posible que las citoquinas sean horméticas por naturaleza. Quizás, algunos niveles de citoquinas pro-inflamatorias y anti-inflamatorias sean necesarios para la adecuada regeneración muscular después del ejercicio, no obstante los niveles muy elevados dan como resultado los síntomas del OTS.

Figura 2. Factores que contribuyen a la incidencia de infección en los atletas (adaptado de Gleeson (14)).
En general, durante e inmediatamente después de un ejercicio agotador se liberan las citoquinas pro-inflamatorias, tales como el factor de necrosis tumoral alfa, la IL-1b, y la IL-6 “en respuesta a la inflamación” seguidas de las citoquinas reguladoras o anti-inflamatorias (e.g., IL-4, IL-10 y IL-1ra) (33). Normalmente, la homeostasis se mantiene mientras que los niveles de citoquinas pro-inflamatorias se compensen con el nivel de citoquinas anti-inflamatorias; sin embargo, si los niveles de citoquinas pro-inflamatorias son desmedidos, puede existir un riesgo de sufrir una infección posterior al ejercicio (33).

NUTRICION Y FUNCION INMUNOLOGICA

Las deficiencias nutricionales de ciertos macro- y micro-nutrientes pueden cumplir una función importante en la disfunción inmunológica de los atletas. Las deficiencias nutricionales a menudo se producen en los deportes en los que se cree que la masa corporal es un factor inhibitorio para el rendimiento, en deportes de resistencia exhaustivos u otras actividades que requieran muchas horas de entrenamiento por día. Los atletas deberían apuntar a mantener una hidratación adecuada y consumir una dieta balanceada que proporcione los nutrientes y la energía adecuados para incrementar el rendimiento y prevenir la disfunción inmunológica. El consumo inadecuado de macro-nutrientes puede tener un efecto prejudicial sobre la función inmunológica. La deficiencia proteica, por ejemplo, también puede tener efectos profundos sobre el sistema inmunológico funcionando en susceptibilidad a la infección (6).
Al encontrar una infección, la demanda de sustratos del cuerpo aumenta hasta dar cuenta de la mayor necesidad de sintetizar células y moléculas tales como los anticuerpos. No obstante, la información correspondiente a la suplementación con proteínas en los atletas sin deficiencias es limitada y no existen datos que sugieran que la proteína dietaria pueda actuar como un agente mejorador de la inmunidad en estos atletas. En estudios realizados en animales, la proteína en exceso (60% o mayor) puede afectar la función inmunológica óptima (4). Además de los efectos de la deficiencia proteica, el bajo consumo de proteína animal está asociado con niveles bajos de hierro, zinc y vitamina B12. Aunque es necesario para la función inmunológica óptima, el consumo excesivo de hierro y zinc de fuentes que no son alimentos tiene efectos negativos sobre el sistema inmunológico y sólo debería suplementarse bajo supervisión médica (4, 15).

CARBOHIDRATOS

Se han hecho esfuerzos exhaustivos para investigar la función de la nutrición sobre la depresión inmunológica. En la actualidad, la suplementación con carbohidratos (CHO) parece tener el mayor efecto sobre los indicadores de la inflamación, pero aún no se ha establecido una conexión directa con los índices de la infección. No obstante, un estudio ha sugerido que el uso de la suplementación con CHO antes, durante y después del ejercicio en los atletas de resistencia puede reducir el riesgo de infección, atenuando la reducción en los anticuerpos de la inmunoglobulina A salival (IgA) después del ejercicio intenso (28).
Al parecer los CHO mejoran muchos indicadores de la inflamación, la función inmunológica y el estrés oxidativo después del ejercicio. Principalmente, los estudios llevados a cabo han utilizado protocolos de entrenamiento de la resistencia. En estos se ha reportado que los CHO reducen la apoptosis de los linfocitos T (17), la leucocitosis (43), la ráfaga de actividad oxidativa de los neutrófilos y los monocitos (31) y el incremento de las citoquinas (18, 22, 26, 43, 48). Además, se ha reportado que la suplementación con CHO incrementa la concentración sanguínea de neutrófilos y monocitos (27). Por otra parte, en la literatura referente al entrenamiento con sobrecarga se ha reportado que la ingesta de CHO no ofrece protección respecto de la reducción en los niveles de IgA salival o el daño muscular provocado por 2 horas de entrenamiento con sobrecarga (20, 25) o 100 contracciones excéntricas de los cuádriceps (53). Es posible que la suplementación con CHO sea menos efectiva en el marco del entrenamiento con sobrecarga, dado que en general existe un menor grado de depleción del glucógeno que el observado durante el ejercicio aeróbico.
Se ha reportado que la disfunción inmunológica inducida por el ejercicio está principalmente relacionada con las hormonas del estrés, tales como el cortisol (13). Aunque se ha demostrado que los CHO atenúan el incremento del cortisol después del ejercicio (31, 43), se han reportado resultados contradictorios sobre si los niveles de cortisol están relacionados con las mejoras inmunológicas derivadas de los CHO (9, 17, 43). En este punto, la suplementación con CHO es aconsejable para la actividad aeróbica a fin de reducir los efectos inflamatorios del ejercicio y posiblemente disminuir el riesgo de una infección. Al parecer la suplementación con al menos una solución de CHO del 6% afecta de manera positiva la respuesta inflamatoria (31, 43) y es beneficiosa para la suplementación previa, durante y posterior al ejercicio para mantener el glucógeno muscular y los niveles de glucosa en sangre (9, 25, 31, 48). La ingesta de aproximadamente 4 mL/kg de una solución de CHO al 6% cada 15 minutos durante el ejercicio continuo de intensidad moderada parece ser un método válido para reducir la respuesta inflamatoria local posterior al ejercicio (31). En este momento, al parecer los CHO son la suplementación más efectiva para prevenir los compromisos inmunológicos.

GRASAS

En los últimos años, se han comenzado a investigar los efectos que los ácidos grasos pueden tener sobre la función inmunológica. Se ha determinado que el consumo de ácidos grasos poliinsaturados n-3 (PUFA), tales como el ácido icosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), cumple una función importante en la función inmunológica óptima. El consumo adecuado del EPA y el DHA promueve la resolución de las respuestas inflamatorias en el cuerpo (7). Estos PUFA n-3 pueden disminuir la respuesta de la citoquina y la progesterona inflamatoria dentro del cuerpo (50). Es necesario que en el futuro se realicen investigaciones para determinar los efectos que el consumo de PUFA puede tener sobre el OTS.

ANTIOXIDANTES

La dificultad recae en analizar los efectos de la suplementación con antioxidantes en los atletas dado que se han utilizado innumerables combinaciones y dosis diferentes. Varios estudios han reportado resultados de suplementación con antioxidantes que no eran ni beneficiosas ni perjudiciales. Petersen et al. (38) reportaron que no hubo ningún efecto sobre los indicadores inflamatorios después de una agotadora carrera cuesta abajo tras 2 semanas de suplementación con 500 mg de vitamina C y 400 mg de vitamina E por día. Nieman et al. (30) y Palmer et al. (34) reportaron que la ingesta de 1,500 mg/día de vitamina C no actuó como contramedida para los incrementos de las citoquinas o la IgA salival.
Otras investigaciones han reportado un efecto beneficioso de la utilización de los suplementos antioxidantes. Phillips et al. (40) reportaron que una combinación de antioxidantes atenuó los incrementos en los indicadores de la inflamación. Además, Bryer y Goldfarb (5) reportaron que la suplementación con 3 g/día de vitamina C reducía el dolor muscular, el incremento de creatina quinasa y la oxidación de glutatión en sangre sin influenciar la pérdida de fuerza muscular después de 70 extensiones excéntricas de codo. Nieman et al. (29) reportaron que la suplementación con quercetina no alteró los indicadores inmunológicos medidos después de 3 días de ejercicio intenso, pero redujo de manera significativa las URTI. En este momento, no se recomienda ingerir grandes dosis de vitaminas dado que pueden actuar potencialmente de manera pro-inflamatoria para inducir a un mayor daño muscular y posiblemente bajar la función de las células inmunológicas. No obstante, dado que las deficiencias son perjudiciales, se recomienda que los atletas realicen una consulta con un nutricionista deportivo para determinar los niveles de antioxidantes no enzimáticos de su dieta y ajustar el consumo según corresponda. Se recomienda una dieta equilibrada que brinde amplios nutrientes antioxidantes al cuerpo.
Se han estudiado muchas otras suplementaciones con respecto a su efecto sobre el daño inmunológico, inflamatorio y muscular en respuesta al ejercicio. Las suplementaciones estudiadas incluyen al sulfato de dehidroepiandrosterona (39), la cafeína (51), los ácidos grasos n-3 (6), la N-acetil cisteína (24), la glutamina (8), la inmunoferona (10, 11), la L-cisteína (24) y el β-glucanode laavena (21). Hasta este momento, ninguna de ellas se ha estudiado de manera minuciosa para garantizar la suplementación, aunque algunas demuestran ser prometedoras. La inmunoferona es un compuesto polisacárido/proteico que es un inmuno-mejorador que puede adquirirse en el mercado. Se ha reportado que previene los incrementos de la respuesta de la creatina quinasa y la citoquina asociada con el ejercicio agotador (10, 11). Aunque se cree que es beneficiosa, se recomienda tener cautela hasta que una investigación futura defina los efectos de la reducción de la respuesta inflamatoria.
En conclusión, la nutrición adecuada es crucial para la correcta función inmunológica en los atletas, aunque hasta el momento, los suplementos recomendados que posiblemente mejoren esta función son limitados. En la actualidad, aún queda mucho por investigar con respecto a la función inmunológica de los atletas y las estrategias de nutrición apropiadas para prevenir la disfunción inmunológica y los síntomas del OTS.

APLICACIONES PRACTICAS

Las siguientes son recomendaciones generales para reducir al máximo los trastornos inmunológicos que pueden producirse con el ejercicio continuo de alta intensidad realizado durante el transcurso de una temporada competitiva.
  • Concentrarse en mantener los niveles adecuados de hidratación, en especial durante los períodos de duro entrenamiento. Las mediciones simples del estado de hidratación incluyen la pérdida de peso corporal y el oscurecimiento del color de la orina después del ejercicio. Se recomienda que los atletas repongan cada libra de peso corporal perdido con 20-24 onzas de agua, y que el color de la orina sea amarillo claro (2, 46).
  • Consumir las calorías diarias adecuadas para respaldar las exigencias energéticas del programa de entrenamiento en particular. La dieta debería consistir de una variedad de comidas, asegurándose de ingerir muchas frutas y verduras. Se pueden utilizar simples cálculos en base al género y el nivel de actividad para estimar las necesidades de energía (42).
  • No siempre es mejor consumir más suplementos antioxidantes tales como vitaminas. La mejor manera de consumir vitaminas y minerales es dentro de la dieta. La suplementación individual con vitaminas y minerales debería hacerse bajo supervisión médica.
  • Consumir las proteínas adecuadas. Los requerimientos diarios de proteínas sugeridos son en general de 1.2-2.0 g/kg del peso corporal para los atletas (1). La evidencia reciente sugiere que los atletas de fuerza/potencia consuman una mezcla de nutrientes después del entrenamiento de 2 partes de CHO y 1 parte de proteínas, los atletas de resistencia consuman una mezcla de 4:1 y los atletas de deportes de equipo, una mezcla de 3:1. La dosis de proteínas para esta mezcla debería ser de 0.25-0.50 g/kg del peso corporal. Esta mezcla de CHO-proteína después del entrenamiento debería consumirse cada 1-2 horas después del ejercicio durante 6 horas (55). Es posible que los vegetarianos, los atletas mayores y aquellos que transitan la pubertad necesiten una ingesta de proteínas un poco mayor.
  • La ingesta de CHO debería ser de entre 6 y 10 g/kg de peso corporal por día, y se recomienda que aquellos atletas que participan regularmente en actividades muy intensas y de larga duración consuman una cantidad de CHO próxima a la recomendación de 10 g/kg. Sin embargo, la ingesta de CHO podría reducirse a 6 g/kg en aquellos atletas con menores necesidades totales de ingesta energética. Para aquellos atletas que consumen aproximadamente un 60% de su ingesta en forma de CHO, esta cantidad probablemente sea suficiente. Se recomienda el consumo de CHO antes del ejercicio en niveles tolerables para el sistema digestivo del atleta. En la actualidad, al parecer se puede suministrar una solución líquida de CHO del 6% cada 15 minutos durante la actividad de larga duración e intensidad moderada para ayudar a la recuperación y atenuar la respuesta inflamatoria local. La ingesta de CHO posterior al ejercicio debería realizarse rápidamente después del ejercicio para reducir la respuesta inflamatoria y aumentar al máximo la síntesis de glucógeno. Se ha demostrado que una ingesta de 1.5 g/kg del peso corporal de CHO inmediatamente después del ejercicio o 0.6-1.0 g/kg del peso corporal dentro de los primeros 30 minutos y otra vez cada 2 horas durante 6 horas aumenta al máximo la síntesis de glucógeno (1).
  • Aproximadamente el 20-25% del consumo calórico total debería provenir de las grasas (1). Se recomienda el consumo de un mínimo de 2 porciones de pescado graso (8 oz) por semana. El salmón, la trucha, el mero, las sardinas, las anchoas y el arenque son buenas fuentes de PUFA n-3.
  • En la actualidad, los suplementos no-macronutrientes, que muy probablemente ayudan al sistema inmunológico de un atleta, parecen ser los que derivan del grupo de los polifenólicos conocidos como flavonoides. Se ha demostrado que la quercetina, que se halla en alimentos tales como las manzanas y las cebollas, reducen la incidencia de las URTI. Los flavonoides hallados en el té y los productos de bayas también pueden ser beneficiosos.
  • Otros productos muestran potencial, pero el mercado está saturado con productos que afirman mejorar la función del sistema inmunológico. Antes de hacer recomendaciones es necesario que se realicen más investigaciones sobre estos productos

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Cita

Cita Original
Stephen J. Rossi, Thomas W. Buford, Jim McMillan, Mark S. Kovacs, and A. Elizabeth Marshall. Nutritional Strategies and Immune Function. Strength & Conditioning Journal, 32(6):65-70 (2010)
Cita en PubliCE Standard
Mark S Kovacs, Thomas W Buford, Stephen J Rossi, Jim McMillan y Elizabeth Marshall (2010). Estrategias Nutricionales y Función Inmunológica. PubliCE Standard.
http://g-se.com/es/nutricion-deportiva/articulos/estrategias-nutricionales-y-funcion-inmunologica-1325

octubre 21, 2014

Nuevos Horizontes para la Metodología y la Fisiología de la Periodización del Entrenamiento

PubliCE Premium · 

Vladimir B. Issurin

Elite Sport Department, Wingate Institute, Wingate Post Office, Netanya 42902, Israel

Resumen

La teoría del entrenamiento fue establecida hace aproximadamente cinco décadas cuando el conocimiento acerca de la preparación de atletas estaba lejos de ser completo y los antecedentes biológicos se basaban en una cantidad relativamente pequeña de resultados de investigación objetivos. En ese momento, se propuso y se desarrolló la periodización del entrenamiento tradicional, una división del programa estacional completo en períodos y unidades de entrenamiento más pequeños. Desde entonces, el deporte internacional y las ciencias deportivas han experimentado tremendos cambios, mientras que la periodización de entrenamiento tradicional se ha mantenido más o menos en el mismo nivel que los estudios publicados inicialmente. Como uno de los componentes de la teoría orientado mas hacia la práctica, se piensa que la periodización del entrenamiento ofrece a los entrenadores pautas básicas para estructurar y diseñar el entrenamiento. Sin embargo, en las últimas décadas se han presentado inevitablemente, contradicciones entre el modelo tradicional de periodización y las demandas de las prácticas de los deportes de alto rendimiento. Las principales limitaciones de la periodización tradicional provinieron de: (i) respuestas fisiológicas conflictivas producidas por entrenamientos “mixtos” dirigidos a muchas habilidades deportivas; (ii) fatiga excesiva producida por períodos prolongados de entrenamiento para múltiples blancos; (iii) estímulo de entrenamiento insuficiente inducido por cargas de concentración media y baja típicas del entrenamiento “mixto”; y (iv) la incapacidad para proporcionar rendimientos con múltiples picos durante la temporada. Los esfuerzos por superar estas limitaciones llevaron al desarrollo de conceptos de periodización alternativos. El modelo de periodización por bloques recientemente desarrollado ofrece un enfoque alternativo para la planificación del entrenamiento de atletas de alto rendimiento. A modo general propone la secuencia de ciclos de entrenamiento especializados, es decir bloques que contienen cargas altamente concentradas dirigidas a un número mínimo de habilidades blanco. Al contrario del modelo tradicional en el cual predomina el desarrollo simultáneo de muchas habilidades deportivas, el entrenamiento periodizado por bloques presupone el desarrollo consecutivo de habilidades deseadas razonablemente seleccionadas. El contenido del entrenamiento periodizado por bloques se fundamenta en principios generales, una taxonomía de mesociclos por bloques y pautas para delinear un plan anual.

INTRODUCCIÓN

Se sostiene ampliamente que las ciencias deportivas son el principal contribuyente del progreso en los deportes, y particularmente de la mejora en el entrenamiento deportivo. Su teoría general establece y resume los supuestos básicos mas significativos sobre la esencia, terminología, efectos mayores y antecedentes científicos para el entrenamiento de los atletas. 
La periodización del entrenamiento es definitivamente una de las ramas de la teoría del entrenamiento más prácticamente orientada. Se estableció en general en los años sesenta y se basó inicialmente en la experiencia de los deportes de alto rendimiento en la antigua URSS y en estudios fisiológicos publicados por los científicos soviéticos más importantes de ese momento [1-4]. Un poco después, la periodización del entrenamiento fue conceptualizada [5], publicada nuevamente en muchos países [6-9] y asumió el estado de antecedente universal y monopólico para la planificación y análisis del entrenamiento.
Ciertamente, la evolución continua del deporte y de las ciencias deportivas ha contribuido a una acumulación enorme de conocimiento, evidencia y tecnologías sobre el entrenamiento. No obstante, el modelo tradicional de periodización establecido hace aproximadamente cinco décadas no ha cambiado mucho desde entonces. Durante este tiempo, y sobre todo en los últimos años, han aparecido enfoques alternativos para el diseño de los entrenamientos, principalmente en informes profesionales y revistas de entrenadores, y han estado sujetos a poca consideración científica seria. El propósito de este trabajo fue revisar la periodización del entrenamiento a la luz de los resultados de estudios anteriores y recientes sobre el modelo tradicional y sobre versiones actualizadas del diseño de entrenamiento.

MODELO TRADICIONAL DE PERIODIZACIÓN

A medida que el entrenamiento deportivo se vuelve más activo y profesional, surge la necesidad de contar con soporte científico para diseñar una planificación consciente. En tal sentido, “la periodización del entrenamiento” cumple con las expectativas de práctica: se definió como el establecimiento de una secuencia determinada de diferentes unidades de entrenamiento (larga duración, duración media y ciclos y sesiones de entrenamiento a corto plazo) para que los atletas pudieran alcanzar el estado deseado y los resultados planeados. Esta sección introduce una historia breve de la periodización del entrenamiento y los principios básicos que sustentan el modelo tradicional popular utilizado mundialmente. 

Historia de la Periodización del Entrenamiento como un Problema Científico y Concepto de Entrenamiento
Precursores de la Periodización del Entrenamiento en las Antiguas Roma y Grecia
La historia de la medicina y la filosofía antiguas nos proporciona hitos memorables de la teoría del entrenamiento. Estas porciones de creación humana incluyen los nombres de grandes pensadores antiguos como Galeno y Philostratus. El famoso médico romano y filósofo Galeno (Claudius Aelius Galenus, segundo siglo DC), en su tratado Preservación de la Salud propone la categorización original de ejercicios que pueden ser calificados como los precursores de la periodización contemporánea para el entrenamiento de la fuerza [10]. Sus ejercicios con secuencias de “ejercicios con fuerza pero sin velocidad" para desarrollar velocidad además de resistencia y fuerza" y, finalmente, "ejercicios de alta intensidad que combinan fuerza y aceleración", [11] nos asombran por su lógica y creatividad, aunque pueden ser cuestionados a la luz del conocimiento contemporáneo. Otro ejemplo de periodización anual puede encontrarse en el ensayo Gymnasticus del prominente científico griego Philostratus, “el ateniense”', que también vivió en el segundo siglo DC [12]. Su descripción de preparación previa a los juegos olímpicos contiene un período compulsivo de 10 meses de entrenamiento determinado, seguidos por 1 mes de preparación centralizada en la ciudad de Elis, antes de los juegos olímpicos. Esta parte final del ciclo anual se asemeja a los campamentos de entrenamientos pre-olímpicos practicados en la actualidad por cualquier escuadrón nacional. Las pautas establecidas por Philostratus, que establecían una sucesión de cargas bajas, medianas y altas dentro de un ciclo de entrenamiento de 4 días, pueden servir como una ilustración inteligente del enfoque antiguo sobre la planificación a corto plazo. 
Fase Contemporánea del Desarrollo de la Periodización del Entrenamiento 
Los fundamentos de la teoría contemporánea de periodización fueron establecidos primero en la ex URSS dónde los libros de texto para entrenadores y estudiantes de educación física planteaban la división de todo el proceso de preparación en períodos separados de entrenamiento general y entrenamiento más especializado [13]. Esta separación en la preparación general, abarcaba el entrenamiento para la aptitud cardiorrespiratoria, general, la coordinación y las habilidades atléticas básicas, y la preparación especializada se enfocaba en los rasgos deporte-específicos, que se mantienen en la actualidad. Este acercamiento general se adoptó en la mayoría de los deportes, y primeros libros de texto sobre esquí [14], natación [15] y campo y pista [16] que fueron escritos sobre la base de estos enfoques aceptados normalmente. En los años cincuenta, se publicaron varios estudios fisiológicos [1, 4]. Al mismo tiempo, los estudios aportaron antecedentes biológicos y una base científica seria para las pautas. Sin embargo, el primer resumen serio de conceptos científicos y empíricos modernos fue realizado por Lev P. Matveyev, [5], quien se transformó en el fundador reconocido de la teoría tradicional de periodización del entrenamiento. Realmente, la periodización del entrenamiento, o sea “la subdivisión del programa de temporada en períodos y ciclos de entrenamiento más pequeños”, parecería ser una parte importante e indispensable de la teoría de entrenamiento. 
Posiciones Básicas del Modelo Tradicional 
Las posiciones básicas de la teoría tradicional de periodización del entrenamiento incluyen: (i) una elucidación general de carga y recuperación, en vista del concepto de supercompensación; (ii) los principios generales del entrenamiento periodizado; (iii) jerarquía de los ciclos de entrenamiento periodizado; y (iv) variaciones propuestas del ciclo anual. Permítanos considerar cada una de estas posiciones. 
Concepto Generalizado de la Interacción “Carga-Recuperación”
Quizás la primera explicación científica de la mejora de aptitud fue planteada a mediados de 1950 por el bioquímico soviético Yakovlev [2,17], quién informó el ciclo de supercompensacíon después de un solo entrenamiento. El fenómeno de supercompensación se basa en la interacción entre la carga y la recuperación (Figura 1). 

Figura 1. Ciclo de supercompensación que presenta la tendencia de capacidad de trabajo luego de una sola carga. [2]. 
El ciclo de supercompensación es inducido por la carga física que actúa como estímulo para una reacción posterior. La única carga, que es considerada como la primera fase del ciclo, provoca fatiga y reducción aguda en la capacidad de trabajo del atleta. La segunda fase se caracteriza por una marcada fatiga y por un proceso pronunciado de recuperación; por consiguiente, hacia el fin de esta fase la capacidad de trabajo de atleta aumenta y alcanza los niveles previos a la carga. Durante la tercera fase, la capacidad de trabajo continúa aumentando, y supera el nivel anterior y alcanza el clímax que corresponde a la fase de supercompensación. En la cuarta fase, la capacidad de trabajo regresa al nivel pre-carga. 
Este modelo de carga-recuperación ha sido evaluado utilizando el agotamiento y la recuperación de sustancias bioquímicas como el fosfato de creatina [18, 19] o el glucógeno [20, 21]. Una tendencia similar se observó mediante el uso de varios estimadores fisiológicos [22] y pruebas deporte-específicas. [23, 24]. Basado en la teoría de la supercompensación, Matveyev [25] propuso un esquema general de adición de varias cargas. Según este esquema pueden realizarse varios entrenamientos mientras el atleta todavía está fatigado, y el efecto de supercompensación puede ser inducido luego de un ciclo de entrenamiento específico, pero no de un solo entrenamiento. Esta posición fue la piedra angular de la agrupación de ciclos de entrenamiento pequeños (microciclos) y del diseño del entrenamiento pre-competición. 
Principios del Entrenamiento Periodizado 
Varios principios especializados fueron propuestos por Matveyev [25] y popularizados en las publicaciones posteriores sobre la teoría de entrenamiento. Uno de los principios básicos que determinan el concepto general de entrenamiento periodizado es el “principio de diseño de entrenamiento cíclico”. Este principio se aplica a los ciclos periódicos en el entrenamiento deportivo. Durante un período largo, los diferentes componentes del entrenamiento a largo plazo se repiten y vuelven periódicamente. Las explicaciones para esta metodología se basan en: un ritmo habitual de días de trabajo y vacaciones; elcarácter cíclico de la adaptación que presupone una regeneración periódica de la adaptabilidad; el hecho de compartir tareas principales que permite el desarrollo de capacidades motoras generales y deporte específicas, habilidades técnicas y tácticas; y el cronograma de competencias, que determina fuertemente los puntos máximos de la preparación del atleta y los cambios periódicos en el programa de entrenamiento.  
El principio de “unidad en la preparación general y especializada” enfatiza la importancia de trabajos específicos durante un período largo de entrenamiento pre-temporada, y la necesidad de trabajos de acondicionamiento general dentro del período de competencias frecuentes. Debemos destacar que este principio se formuló en un momento cuando los impactos de la “temporada” eran mucho más fuertes que los de la actualidad. Tales deportes como esquí, patinaje, remo, hockey sobre hielo y fútbol estaban estrictamente determinados por las condiciones de la temporada. Consecuentemente, por razones metódicas y organizacionales, era necesario acentuar la vinculación entre la preparación general y la especializada. 
Durante los años cincuenta se postuló otro principio significativo llamado “diseño de cargas de entrenamientos con forma de ola” para los diseños de planificación a corto plazo (programa semanal) y a largo plazo (ciclo anual). Este principio proclamó la necesidad de alternar días de carga alta y carga baja, secuenciación de cargas altas, medias y bajas. El sentido fisiológico de este principio fue sustentado por los resultados de estudios bioquímicos y fisiológicos realizados en ese momento [1-4]. Los resultados de la recuperación post-ejercicio demostraron que tal secuenciación de trabajos facilita la probabilidad de respuestas de entrenamiento favorables y la prevención de acumulación de fatiga excesiva. De manera similar, las olas medianas se aplicaron en el entrenamiento mensual y las olas grandes en el diseño de entrenamiento anual para recuperar la adaptabilidad de los atletas y evitar la monotonía de rutinas de entrenamiento repetitivas. 
El “principio de continuidad” se postuló en un momento donde las interrupciones en el entrenamiento eran relativamente frecuentes y excusables. El principio estableció que tales interrupciones eran muy perjudiciales biológicamente, pedagógicamente y organizacionalmente. También estableció que las interrupciones en el entrenamiento para recuperación y necesidades sociales debe planearse detalladamente, mientras que las interrupciones esporádicas deben ser totalmente excluidas. Hoy, con la mayoría de los atletas de alto rendimiento entrenando a nivel profesional y semiprofesional, la importancia de este principio todavía es relevante aunque parece bastante trivial. 
Jerarquía de los Ciclos de Entrenamiento Periodizado
Como mencionamos en la introducción, el concepto general de entrenamiento periodizado fue propuesto en los años sesenta y ha sido adoptado por muchas generaciones de analistas y entrenadores (Tabla 1). 

Tabla 1. Estructura jerárquica y contenido de los ciclos de entrenamiento periodizado [5, 6].
El nivel superior del sistema periodizado jerárquico pertenece a la preparación plurianual donde el ciclo cuadrienal olímpico es de importancia particular. El próximo nivel de la jerarquía está representado por macrociclos que normalmente duran 1 año pero pueden acortarse a medio año e incluso menos. Los macrociclos se dividen en períodos de entrenamiento que desempeñan una función clave en la teoría tradicional: dividen el macrociclo en dos partes principales, la primera para un trabajo más generalizado y preliminar (período preparatorio), y la segunda para un trabajo más específico para eventos y competencias (período de competencias). Además se establece un tercer período (y el más corto), para la recuperación activa y la rehabilitación. Los próximos dos niveles de la jerarquía están reservados para mesociclos (ciclos de entrenamiento medianos) y microciclos (ciclos de entrenamiento de tamaño pequeño); la última parte pertenece a los entrenamientos y ejercicios que son los ladrillos que componen todo el sistema de entrenamiento. 

Dado que los períodos son los componentes más significativos en la teoría tradicional, sus particularidades y contenidos se prescriben claramente. El programa del período preparatorio debe contener un gran volumen de ejercicios extensos, diversificados para desarrollar principalmente las habilidades físicas y técnicas generales, mientras que el período de competencias debe enfocarse en los ejercicios más intensificados, especializados de volumen reducido, entre los que se incluye la participación en las competencias. Los antecedentes biológicos de este diseño presuponen una mejora gradual de la adaptabilidad de los atletas inducida por el aumento en el estímulo de entrenamiento. 
Variaciones del Modelo del Ciclo Anual Tradicional 
Las versiones preliminares de los planes periodizados estaban orientadas a macrociclos que duraban una temporada completa. Tal enfoque de planificación puede ser definido como un “diseño anual con un pico”. A principios de 1960, tal diseño correspondía a muchos deportes estacionales como remo, ciclismo, patinaje y esquí. La aparición de diferentes instalaciones deportivas y el progreso general del deporte hizo necesario que se extendiera la práctica competitiva. Así, el plan anual con un pico se tornó insuficiente y se creó el “diseño anual con dos picos”. Sin embargo, el progreso posterior de las instalaciones deportivas, la diversificación de las competencias y el mayor profesionalismo en el entrenamiento permitió la elaboración de “modelos de preparación con tres picos”, [26, 27] que es la última modificación normalmente reconocida de la periodización tradicional (Figura 2). 

Figura 2. Ciclos anuales de un pico, dos picos y tres picos, que muestran la tendencia anual de los resultados deportivos relacionados al mejor logro de la temporada. 
Limitaciones Principales de la Periodización Tradicional 
Aunque el modelo tradicional propone una secuencia de diferentes blancos (de general a específico; de trabajo más extensivo a trabajo más intensivo, etc.), el enfoque metódico predominante se basa en el desarrollo simultáneo de muchas habilidades blanco. Por ejemplo, el período de entrenamiento preparatorio para los atletas de alto rendimiento en resistencia, deportes de combate, juegos con pelota y deportes estéticos normalmente contiene un programa para el desarrollo de capacidad aeróbica general, fuerza muscular y resistencia de la fuerza, mejora en la coordinación general, habilidad explosiva general y velocidad general, preparación mental básica y técnica, dominio del repertorio táctico, tratamiento de lesiones previas, etc. Cada uno de estos blancos requiere adaptaciones fisiológicas, morfológicas y psicológicas específicas, y muchos de estos trabajos no son compatibles, lo que provoca respuestas contradictorias. Estas desventajas del modelo tradicional pueden ser despreciables para atletas de bajo nivel, para quienes un programa mixto complejo hace que el entrenamiento sea más atractivo y entretenido. Sin embargo, para los atletas de alto rendimiento las limitaciones de la periodización tradicional presentan obstáculos serios para el progreso adicional (Tabla 2). 

Tabla 2. Limitaciones fundamentales de la periodización tradicional para el entrenamiento de atletas de alto rendimiento.
Obviamente, estas limitaciones disminuyen sustancialmente la calidad del entrenamiento. A diferencia de los atletas novicios y de los atletas de nivel medio que necesitan estímulos de entrenamiento relativamente bajos para progresar, los atletas de alto rendimiento refuerzan su preparación y rendimiento a través de grandes cantidades de estímulos de entrenamiento que difícilmente pueden ser obtenidos usando entrenamiento mixto tradicional para múltiples objetivos. 
Una desventaja adicional del modelo tradicional es su incapacidad para permitir que los atletas participen exitosamente en muchas competencias. La periodización tradicional propone diseños con uno, dos y tres picos donde el ciclo anual consiste en uno, dos o tres macrociclos [24, 26]. Sin embargo, incluso el diseño con tres picos no satisface la tendencia deportiva internacional hacia las competencias a lo largo del año. La tendencia de múltiples picos de los deportes modernos de alto nivel, está en contradicción obvia con la periodización tradicional [28]. Todas estas circunstancias y factores contribuyeron a la búsqueda de metodologías de entrenamiento alternativas que fueron desarrolladas por entrenadores y científicos creativos y que consideraremos a continuación. 

MODELOS ALTERNATIVOS DE PERIODIZACIÓN 

El ímpetu inicial para reformar la periodización tradicional comenzó entre entrenadores prominentes de diferentes deportes, cuando observaron que las instrucciones para el manejo del entrenamiento limitaban su creatividad y no permitían que sus atletas alcanzaran sus mejores logros. Los esfuerzos para mejorar el modelo tradicional fueron al principio de carácter cosmético; sin embargo, a principios de 1980, las tendencias de reforma se hicieron más fuertes. Los factores más influyentes presentes en esta revisión fueron los cambios sustanciales que ocurrieron mundialmente en ese momento en el deporte y en el entrenamiento. 
Factores que Afectaron la Revisión de la Periodización Tradicional 
Varios factores influenciaron la reforma del sistema de entrenamiento tradicional y apoyaron la búsqueda de metodologías alternativas. Estos factores incluyeron las limitaciones de la periodización tradicional para permitir el desarrollo simultáneo de diferentes capacidades motoras y técnicas (Tabla 2), y los cambios dramáticos en el deporte mundial que se produjeron en las últimas décadas. 
Evidentemente, los grandes cambios en el deporte mundial durante las últimas décadas ejercieron una fuerte influencia en la evolución del proceso de entrenamiento. A pesar de la singularidad de cada deporte, estos cambios parecían tener una tendencia global mundial, con varias características principales. 
Un aumento en el número total de competencias [24, 44]: por lo tanto su contribución con los estímulos de entrenamiento se incrementó marcadamente. 
Motivación financiera para atletas de alto nivel que se volvió más fuerte que antes. 
Cooperación más intima y compartida entre entrenadores del mundo, lo que produjo una mejora en la calidad del entrenamiento y en el nivel de rendimiento deportivo. 
Lucha contra intervenciones farmacológicas ilegales, que perjudicaron y llevaron a la prevención de tales tecnologías perjudiciales en los deportes de alto rendimiento [45].
Aplicación de tecnologías deportivas avanzadas y de métodos de entrenamiento avanzados como monitoreo de la frecuencia cardíaca, lactato sanguíneo, índice de movimiento, etc. [35, 46]; mejora de los métodos de seguimiento médico [47,48] y aparición de equipamiento de entrenamiento avanzado y de nuevos materiales [49-51]. 
Estos adelantos, junto con la posibilidad de compartir las metodologías de planificación exitosas entre los entrenadores, permitieron un inmenso progreso en la metodología del entrenamiento. 
Esquemas de Periodización en Deportes de Equipo 
Hace tiempo se sabe que los planes de preparación de los deportes de equipo difieren drásticamente de las rutinas establecidas para disciplinas deportivas individuales. Diferentes estudios de deportes de equipo informaron la adopción de modelos periodizados del concepto tradicional [52, 53]. Sin embargo, muchas publicaciones recientes declaran que basar los programas de entrenamiento en el “modelo clásico” de periodización es contraproducente para la mayoría de los deportes de equipo [54-56]. La temporada de juego para los deportes de equipo como fútbol, rugby, baloncesto, hockey sobre hielo, tiene una duración de 20-35 semanas etc. en Europa y Norte América [56, 57]. Se ha demostrado que un diseño de entrenamiento que sigue los mandatos de planificación tradicionales produce una disminución drástica de la masa magra corporal [42], la fuerza máxima de los grupos musculares relevantes [58, 59], la potencia anaeróbica máxima [60] e incluso de la velocidad máxima [61]. 
La aplicación del modelo tradicional todavía es realista para atletas menores y de bajo nivel cuyas etapas de competencias son relativamente cortas y pueden ser consideradas similares a las de los deportes individuales. Sin embargo, al considerar la temporada de juegos de los atletas calificados, desde el punto de vista de la periodización tradicional, llegamos a una situación absurda en la que la fase del clímax de preparación anual consiste en 20-30 microciclos competitivos. En esta situación los conceptos generalizados de alcanzar el máximo y realizar una puesta a punto no tienen sentido. Quizás ésta es una de las razones por la cual muchos expertos en deportes de equipo evitan utilizar los términos tradicionales como período preparatorio y períodos de competencia y utilizan términos específicos de los deportes como entrenamiento “fuera de temporada”, “pre-temporada” y “dentro de la temporada” [56, 62]. 
Una presentación general del ciclo anual para jugadores calificados especifica las fases relevantes de su preparación en términos de duración, blancos de entrenamiento predominantes y nivel de carga (Figura 3). Por supuesto, debido a la variación entre los deportes de equipo, los cronogramas de competencias nacionales y las particularidades del entrenamiento para diferentes grupos etarios, es imposible confeccionar un modelo gráfico universal. Se puede sugerir que las etapas de entrenamiento fuera de temporada y pre-temporada se asemejen al entrenamiento del modelo de periodización tradicional [56]. Una inspección detallada de los programas de preparación propuestos para jugadores de alto rendimiento revela que incluso esto es muy restringido. De hecho, el modelo tradicional facilita la adquisición de una combinación óptima de habilidades específicas para todos los deportes de modo de asegurar los rendimientos máximos durante un número limitado de días, mientras que un plan de preparación racional para deportes de equipo presupone el mantenimiento de la preparación deporte-específica durante períodos de 4 a 8 meses. 

Figura 3. Presentación Esquemática de un mapa de preparación anual de deportes de equipo [40, 41, 49]. AR= recuperación activa; GS= Fuerza general; MC= Acondicionamiento metabólico; MS = Velocidad máxima; PR= Recuperación psicológica; SSE = resistencia deporte-específica; SSSP = Fuerza y potencia deporte-específicas; TP= Perfeccionamiento de la técnica; TTS= Habilidades tecno-tácticas. 
Desde el punto de vista fisiológico, no podemos subestimar la importancia de un entrenamiento racionalmente periodizado para los deportes de equipo. La larga temporada de partidos, con un gran número de partidos estresantes frecuentemente tiene consecuencias dañinas tales como una respuesta catabólica pronunciada [61, 63], afecciones musculo-esqueléticas y una alta incidencia de lesiones [56]. Un entrenamiento razonablemente estructurado que permita evitar respuestas fisiológicas conflictivas facilitará el mantenimiento beneficioso de la preparación deporte-específica y evitará la disminución en las capacidades y rasgos fisiológicos relevantes [62, 64, 65].   
Periodización Lineal y no Lineal
Diferentes investigadores y analistas del entrenamiento realizaron esfuerzos para reformar y racionalizar la periodización tradicional. Su intención era actualizar el modelo tradicional y distinguir entre la periodización “lineal” y “no lineal” [66, 67]. Los defensores de la versión revisada se basaron en el supuesto de que la periodización tradicional postula un aumento progresivo gradual en la intensidad, y por lo tanto puede ser llamada modelo lineal. En contraste, los modelos no lineales presentan variaciones drásticas en la intensidad dentro del programa semanal y diario. Este “factor de variación” fue especialmente destacado en el término “periodización ondulante” [66] que fue asociado al modelo no lineal. En realidad, la periodización tradicional no ignora, incluso requiere, las fluctuaciones de cargas con forma de ola dentro del día, del microciclo y de los mesociclos; y tampoco restringe la amplitud de estas variaciones. Es más, el principio de diseño de entrenamiento con forma de ola pone énfasis en la importancia de este factor de variación (ver sección Principios del Entrenamiento Periodizado). Esta inconsistencia del concepto propuesto fue destacada por Stone y colaboradores [68, 69]. Aparentemente el modelo tradicional es, tanto “no lineal” como “ondulante” mientras que el “modelo lineal” parece sumamente artificial y contradice las demandas fisiológicas y metodológicas generales. Los opositores a este concepto declararon correctamente que el uso de terminología como “lineal” y “no lineal” es engañosa [70]. El autor apoya totalmente esta posición y asume que esto se produce cuando se realiza un esfuerzo por adaptar condiciones no tradicionales a las metodologías de entrenamiento tradicionales bien conocidas.
Modelos No Tradicionales de Planes de Entrenamiento
Como mencionamos en las secciones anteriores, profesionales (entrenadores y atletas prominentes) y científicos crearon alternativas a los modelos de periodización tradicionales. Esta sección presenta ejemplos de dichas alternativas. 
Tendencias de Rendimiento Anual de Grandes Atletas 
Una de las características típicas de los deportes de alto rendimiento contemporáneo es la preparación con múltiples picos para alcanzar resultados excelentes a lo largo de una temporada y no dos a tres veces como en la periodización tradicional. Los ejemplos de los atletas más destacados mundialmente en deportes individuales demuestran una gran estabilidad en los rendimientos máximos en intervalos relativamente cortos (14-43 días) entre los picos. [44, 71] El diagrama de la Figura 4 presenta la tendencia de rendimiento anual de uno de los mejores deportistas del atletismo, Sergei Bubka (URSS [desde 1991 de Ucrania]), que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 1988 y cinco medallas de oro en Campeonatos Mundiales en salto con garrocha. Su record mundial (614 centímetros) todavía se mantiene hasta el momento. 

Figura 4. Rendimiento anual en salto con garrocha de Sergei Bubka en la temporada de 1991 [28].
El gráfico revela seis picos en los cuales el atleta obtuvo 12 resultados superiores a los 590 centímetros que corresponde al resultado del ganador del Campeonato Mundial de 2009. Un análisis breve de la tendencia de rendimiento anual de este atleta revela las siguientes características sobre su modelo personal de entrenamiento periodizado. 
Durante un período de aproximadamente 250 días, Sergei Bubka participó en una larga serie de competencias; este período fue precedido por una preparación de pre-temporada que duró aproximadamente 3 meses durante la cual no participó en torneos oficiales. Durante un período de 9 meses el atleta participó en varias competencias y sus resultados variaron de 92% a 100% del récord personal; esta extensa práctica competitiva le proporcionó muy buenos estímulos de entrenamiento al atleta. Los intervalos entre los rendimientos máximos variaron de 12 a 43 días (normalmente 22-27); este lapso de tiempo fue suficiente para la recuperación activa, pero absolutamente poco realista para satisfacer cualquier período de preparación generalizada tal como se propone en la periodización tradicional. [24-27]. Es obvio que este largo espacio de tiempo (9 meses) durante el cual el atleta compitió con éxito en un nivel de calidad mundial no puede ser subdividido en período preparatorio tradicional y períodos de competencia. Por otro lado, las habilidades básicas del atleta (fuerza máxima, capacidad de recuperación aeróbica) deben mantenerse a un nivel adecuado. Por consiguiente, se incorporaron a su programa los adecuados ciclos de entrenamiento a corto plazo para las habilidades básicas y de recuperación.
Claro, Sergei Bubka es un atleta único, pero el ejemplo de su preparación es típico para los deportes de alto rendimiento contemporáneo, algo que también se observa en ejemplos similares de otros grandes atletas [44, 71]. Obviamente, el esquema tradicional no proporciona un plan de preparación multi-picos y los grandes atletas y sus entrenadores tuvieron que encontrar su propio plan de periodización como alternativa al enfoque tradicional. 
Planes de Entrenamiento Unidireccionales Concentrados 
El concepto de entrenamiento unidireccional concentrado fue propuesto por Verchoshansky [72] para la preparación en disciplinas de potencia. Este plan de entrenamiento se probó durante la preparación de atletas de salto en alto que ejecutaron un mesociclo de 4 semana de entrenamiento altamente concentrado para la fuerza seguido por un mesociclo de restitución de 2 semanas durante el cual los atletas se enfocaron en perfeccionar las habilidades técnicas, los ejercicios de velocidad y el entrenamiento de aptitud física general. Durante el primer mesociclo de carga los indicadores de fuerza relevantes disminuyeron gradualmente; sin embargo, durante el mesociclo de restitución subsecuente estos índices aumentaron hasta un nivel más alto que el que presentaban antes del programa de entrenamiento. El autor recomienda repetir esta combinación de mesociclos de carga y de restitución durante el ciclo anual. Los aumentos observados en fuerza y potencia pueden ser explicados en parte por el efecto retardado de larga duración (LLDE) que es un tema que merece una consideración especial. El autor afirma que el LLDE está condicionado por cargas altamente concentradas y de gran volumen durante la primera fase, y cargas de trabajo reducidas en la segunda fase [73]. El concepto presupone que cuanto más baja sea la disminución alcanzada por los índices funcionales en la primera fase, y mayor será el incremento en la segunda fase; la duración de la primera fase va de 4 a 12 semanas. Consecuentemente, se espera un lapso de tiempo similar para la aparición de consecuencias positivas luego de este entrenamiento concentrado. 
La idea de entrenamiento unidireccional concentrado ha sido discutida extensivamente en el literatura [74-76] y fue transferido de las disciplinas de potencia hacia otros deportes, específicamente provino de un estudio a largo plazo de jugadores del basquetbol adultos calificados [76]. El ciclo anual fue subdividido en dos macrociclos de 23 y 19 semanas de duración. Cada macrociclo estaba compuesto por tres fases: (i) una fase de carga con cargas de fuerza y potencia (8 y 3 semanas, respectivamente); (ii) una fase de restitución (2 y 3 semanas, respectivamente); y (iii) una fase de competencias en la cual los jugadores participaron en el campeonato regional (13 semanas en ambos casos). El grupo experimental que no tenía grupo control como contraparte, aumentó significativamente los resultados en las pruebas de potencia y su dinámica correspondió a la tendencia propuesta por el concepto de LLDE. Lamentablemente, los autores no informaron los resultados de los atletas en el torneo de basquetbol que era definitivamente la primera prioridad del equipo. Podemos sugerir que una reducción de los antecedentes funcionales durante las fases de carga prolongadas podría tener un efecto perjudicial en la preparación deporte-específica y podría reducir la efectividad del equipo en la práctica. 
En conclusión, debemos destacar que los rendimientos en la mayoría de los deportes requieren la manifestación de múltiples habilidades físicas y técnicas. Esto restringe la aplicación del concepto de entrenamiento unidireccional definitivamente al diseño real de programas de preparación. 

PERIODIZACIÓN POR BLOQUES COMO METODOLOGÍA ALTERNATIVA AL ENTRENAMIENTO DE ALTO RENDIMIENTO 

A principios de la década de 1980, el término “bloques de entrenamiento” se volvió popular y fue ampliamente utilizado por los entrenadores de alto rendimiento. Claro, inicialmente no fue conceptualizado y se lo encontró principalmente en la jerga de los entrenadores. No obstante, en su connotación más comprensiva se refiere a "un ciclo de entrenamiento con cargas especializadas altamente concentradas” [37]. Tales ciclos contienen un gran volumen de ejercicios dirigidos a un número mínimo de habilidades blanco. Como metodología de planificación, los bloques de entrenamiento aparecen como alternativa al entrenamiento tradicional mixto para múltiples blancos, que era muy criticado por entrenadores creativos e investigadores. Gradualmente, los intentos exitosos para implementar los bloques de entrenamiento permitieron la aparición de un sistema de preparación llamada “periodización en bloques”. Como un nuevo enfoque metodológico, la periodización en bloques ha sido abordada en varias publicaciones que consideraremos a continuación. 
Esfuerzos Preliminares para Implementar la Periodización por Bloques
  
Podemos sugerir que los primeros intentos de implementar los bloques de entrenamiento en la práctica no fueron documentados y sobreviven principalmente en los informes anecdóticos. Sin embargo, por lo menos tres experiencias exitosas de entrenamiento en bloques periodizados fueron sistematizadas y publicadas. 
Uno de los pioneros en la reforma de la periodización tradicional fue el Dr Anatoly Bondarchuk que entrenó a los ganadores de las medallas de oro, plata y bronce en lanzamiento del martillo de los Juegos Olímpicos de 1988 y 1992 y a muchos otros atletas de alto nivel. El sistema que creó comprendía tres tipos de bloques de mesociclos adecuadamente especializados: bloques de desarrollo en el cual los niveles de cargas de trabajo aumentaban gradualmente hasta el máximo; bloques competitivos en los que el nivel de carga se estabilizaba y los atletas se centraban en el rendimiento competitivo; y bloques de restauración en los que los atletas utilizaban la recuperación activa y se preparaban para el próximo programa de desarrollo. La secuenciación y cronometraje de estos bloques dependían del cronograma de competencias y de las respuestas individuales del atleta [77, 78].

Un modelo similar de bloques periodizados fue propuesto e implementado en la preparación de remeros de canoa-kayac de máximo nivel [79]. Se plantearon tres tipos de bloques de mesociclos: acumulación centrado en el desarrollo de las habilidades básicas como la resistencia aeróbica general, fuerza muscular y técnicas de movimiento generales;transformación enfocado en el desarrollo de las habilidades más específicas como resistencia aeróbica-anaeróbica combinadas o resistencia anaeróbica, resistencia de los músculos especializados y la adecuada técnica evento-específica; yrealización que se diseñó como una fase de entrenamiento pre-competitiva y se enfocaba principalmente en el modelado de la competencia, en obtener la velocidad máxima y en lograr la recuperación antes de la competencia venidera. Estos tres mesociclos se combinaban en una fase de entrenamiento separada, de 6-10 semanas de duración, que finalizaba en la competencia; varias fases de entrenamiento formaban el macrociclo anual. Los programas de preparación radicalmente reformados produjeron rendimientos sobresalientes en el equipo nacional de canoa-kayac de la URSS que ganó tres medallas de oro y tres de plata en los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988 y ocho y nueve medallas de oro en los Campeonatos Mundiales de 1989 y 1990, respectivamente [80]. 
Un experimento más exitoso con este enfoque fue realizado por la experta en natación conocida mundialmente Gennadi Touretski que entrenó a Alexander Popov (Rusia), cinco veces campeón de los Juegos Olímpicos y múltiple Campeón del Mundo y Europeo, y a Michael Klim (Australia), dos veces campeón olímpico, múltiple campeón del Mundo y ganador de varias medallas. Touretski subdividió el ciclo anual en varias fases de 6-12 semanas de duración, donde cada una comprendía cuatro bloques de entrenamiento con la siguiente secuencia: preparación, general, específica y competitiva [81]. Después, el autor modificó esta clasificación y los llamó bloque general, centrado en cargas de trabajo aeróbicas y variadas de coordinación, el bloque específico diseñado para desarrollar los mecanismos energéticos evento-específicos y la velocidad de competencia y el bloque competitivo que correspondía a lo que hoy normalmente se llama “puesta a punto otapering” y culmina con la competencia [82]. Normalmente luego de esta fase existe un ciclo de recuperación corto. 
A pesar de la singularidad obvia de cada deporte en los que se realizaron estos experimentos, las demandas metodológicas principales de entrenamiento eran casi idénticas: 
  1. Los autores crearon bloques de entrenamiento en los que las cargas se centran en un número mínimo de objetivos (blancos).
  2. El número total de bloques propuestos es relativamente pequeño (tres a cuatro). Esto contrasta con la teoría tradicional en la cual la clasificación de mesociclos incluye 9-11 tipos. [6, 24-27].
  3. La duración de un solo bloque de mesociclo va de 2 a 4 semanas, lo que permite que se produzcan cambios bioquímicos, morfológicos y de coordinación sin una acumulación excesiva de fatiga.
  4. La unión de mesociclos forma una fase de entrenamiento: su correcta secuenciación es beneficiosa para el rendimiento competitivo, i.e alcanzar el máximo. 
Conceptos Científicos que Afectan el Modelo Periodizado por Bloques
Por lo menos dos conceptos científicos contemporáneos tuvieron un marcado impacto en el establecimiento del sistema de preparación de periodización por bloques: el efecto acumulativo del entrenamiento y el efecto residual del entrenamiento
Efecto Acumulativo del Entrenamiento
En materia de deportes competitivos, el efecto acumulativo del entrenamiento a largo plazo es el principal factor que determina, en gran parte, el éxito de un atleta. El efecto acumulativo del entrenamiento puede ser expresado como “cambios en las capacidades fisiológicas y en el nivel de habilidades físicas/técnicas que se producen como resultado de una preparación deportiva de larga duración” [37]. 

Correspondientemente puede ser reflejado por dos grupos de indicadores: (i) variables fisiológicas y bioquímicas que caracterizan los cambios en el estado biológico del atleta; y (ii) variables relacionadas a las habilidades deporte-específicas y al rendimiento deportivo que caracterizan los cambios en la preparación del atleta. 
Los límites funcionales de los diferentes sistemas fisiológicos no pueden aumentar en la misma magnitud, y los diferentes indicadores fisiológicos de los efectos acumulativos del entrenamiento varían dentro de su rango apropiado. Los cambios más pronunciados pueden ser obtenidos en las habilidades aeróbicas. Más específicamente, el entrenamiento de la resistencia intencionado puede aumentar dramáticamente las enzimas aeróbicas, el número de mitocondrias, el contenido de mioglobina y la capilarización muscular [83, 84]. A diferencia de los determinantes de capacidad aeróbica, las características del metabolismo anaeróbico pueden aumentar en menor grado. Esto se aplica a las enzimas anaeróbicas y particularmente  a las relacionadas al lactato sanguíneo máximo y al almacenamiento de fosfato de creatina, con aumentos que son relativamente pequeños incluso cuando el entrenamiento es muy intenso [85,86]. 
Los efectos acumulativos del entrenamiento alcanzados en diferentes habilidades deporte-específicas dependen fuertemente de los cambios en las variables fisiológicas expresados arriba. Por lo tanto, la tasa de mejora en las disciplinas de resistencia aeróbica es mucho más alta que la de eventos que exigen potencia y capacidad anaeróbicas máximas. Los aumentos en la fuerza máxima están determinados por cambios en el sistema musculoesquelético y por el mecanismo de contracción neural [87]. 
El manejo del efecto acumulativo del entrenamiento presupone la planificación y regulación de las cargas de trabajo durante períodos relativamente largos, que involucran la competencia en la periodización de los entrenamientos. El concepto de efecto acumulativo del entrenamiento es sumamente importante tanto para los modelos tradicionales como para los modelos periodización por bloques, aunque la tendencia usual de las variables fisiológicas y deporte-específicas es diferente en cada sistema alternativo. El entrenamiento mixto para muchos objetivos, típico del modelo tradicional, provoca un aumento en las habilidades atléticas básicas en el período preparatorio seguido por una disminución en el período de competición subsiguiente, mientras que las habilidades deporte-específicas se suprimen en el período preparatorio prolongado y aumentan durante el período de competición. El sistema de periodización en bloque con su preparación para múltiples objetivos (blancos) permite que los atletas mantengan las habilidades básicas y deporte-específicas en un rango relativamente reducido durante toda la temporada [71,77]. 
Efecto Residual del Entrenamiento
El concepto de efecto residual del entrenamiento es relativamente nuevo y es menos conocido que otros tipos de variables de entrenamiento. El entrenamiento de larga duración se realiza para desarrollar muchas habilidades motoras que se mantienen en un nivel elevado durante un cierto período después de la finalización del entrenamiento. Esta retención pertenece a otro tipo especial de efecto de entrenamiento llamado “efecto residual del entrenamiento” que puede ser definido como "la retención de los cambios inducidos por cargas de trabajo sistemáticas más allá de un cierto período de tiempo después de la finalización del entrenamiento" [37]. 
El enfoque general de “residuos de entrenamiento” inducidos por “los efectos residuales del entrenamiento” fue definido inicialmente por Brian y James Counsilman, [88] y se enfocó principalmente en los aspectos a largo plazo de la adaptación biológica. Estos autores proponían lógicamente la existencia de residuos de entrenamiento duraderos como un elemento de fondo importante de la teoría del entrenamiento. Desde el punto de vista de la adaptación general y la preparación deportiva a largo plazo, los residuos de entrenamiento a largo plazo son muy importantes. Sin embargo, para el diseño de programas de entrenamiento, los residuos de entrenamiento a corto plazo tienen una importancia fundamental. 
La fenomenología del efecto residual del entrenamiento está estrechamente vinculada con el proceso de desentrenamiento que puede ocurrir selectivamente en función de las habilidades específicas cuando las mismas no son estimuladas con entrenamiento suficiente [89-91]. Cuando el entrenamiento se diseña de manera tradicional y se desarrollan simultáneamente muchas habilidades, el riesgo de desentrenar es despreciable porque cada objetivo (ciertas habilidades físicas o técnicas) recibe alguna porción de los estímulos. Sin embargo, si estas habilidades se desarrollan consecutivamente, tal como se propone en el sistema de periodización en bloques, el problema del desentrenamiento se torna importante. De hecho, si un atleta desarrolla una habilidad y pierde otra al mismo tiempo, el entrenador debe tener en cuenta la duración del efecto positivo de un tipo dado de entrenamiento después de su interrupción y cuan rápido el atleta perderá el nivel de capacidad alcanzado cuando el/ ella detenga el entrenamiento para el mismo. En otros términos, el entrenador tiene que saber el efecto residual de cada tipo de entrenamiento. La duración de los residuos de entrenamiento varía, y depende de varios factores metodológicos y fisiológicos (Tabla 3). 

Tabla 3. Factores que afectan la duración de los residuos del entrenamiento a corto plazo [37, 88, 92, 93].
Podemos concluir que la predicción, evaluación y programación de los efectos acumulativos y residuales del entrenamiento son componentes importantes e incluso indispensables para la preparación con periodización en bloques. 
Posiciones Básicas del Entrenamiento Periodizado por Bloques
Las posiciones básicas del entrenamiento con bloques contienen: (i) principios generales; (ii) una clasificación de los bloques de mesociclos; y (iii) lineamientos para diseñar un plan anual. 
Principios Básicos 
 
Los principios articulan la idea general de periodización en bloques y resumen los resultados de estudios previos  (Tabla 4) [71, 93-95]. 

Tabla 4. Principios básicos del entrenamiento con periodización por bloques [94, 95]. 
El primer principio básico y el más importante requiere una concentración alta de cargas de entrenamiento dentro de un bloque dado. Esto significa realizar un gran número de ejercicios y tareas para ciertas habilidades seleccionadas mientras que otras habilidades no están sujetas a estímulos de entrenamiento. Obviamente, un programa de entrenamiento altamente concentrado como este sólo es posible para un número mínimo de habilidades deportivas. En realidad esto consume el 60-70% del tiempo total disponible para desarrollar dos a tres objetivos y el tiempo restante se destina a la recuperación, entrada en calor y enfriamiento. Esta importante característica se establece en el segundo principio que postula una minimización del número de habilidades blanco dentro de un solo bloque (la alternativa es entrenamiento mixto complejo en el cual se desarrollan muchas habilidades simultáneamente). Además, en la mayoría de los deportes, el número de habilidades deporte-específicas decisivas excede el número de habilidades que pueden ser entrenadas simultáneamente en un bloque con cargas de trabajo altamente concentradas. Por lo tanto, el tercer principio propone que el desarrollo consecutivo es el único enfoque posible para un diseño de entrenamiento en un sistema de periodización en bloques. Finalmente, el cuarto principio exige la aplicación de una clasificación apropiada de bloques de mesociclos que permite la estructuración de la preparación y la confección de un programa con bloques periodizados (ver sección Taxonomía de los Bloques de Mesociclos). Por consiguiente, los ciclos de entrenamiento medianos, llamados bloques de mesociclos, son la encarnación más prominente del concepto de periodización en bloques. 
Clasificación de los Bloques de Mesociclos 
Es fácil observar que los principios generales propuestos llevan finalmente a una clasificación de los bloques de mesociclo, que solucionan las necesidades prácticas para confeccionar programas de entrenamiento. 
La “clasificación de los bloques de mesociclos”, como mencionamos previamente, está formada por tres tipos especializados: (i) acumulación, (ii) transformación y (iii) realización. El primer tipo se basa en el desarrollo de las habilidades básicas como la resistencia aeróbica general y aptitud cardiorrespiratoria, fuerza muscular y coordinación básica. Este mesociclo se caracteriza por un volumen relativamente alto y una intensidad reducida de cargas de trabajos. Su duración varía de 2 a 6 semanas. El segundo tipo se enfoca en las habilidades deporte-específicas como resistencia especial (aeróbica-anaeróbica o glucolítica), resistencia de la fuerza, técnicas y tácticas apropiadas; éste es el ciclo de entrenamiento más agotador y normalmente tiene una duración de aproximadamente 2-4 semanas. Se piensa que el tercer tipo permite la recuperación de los atletas y los prepara para las competencias venideras. Contiene ejercicios para modelar el rendimiento competitivo y un programa deporte-específico para una recuperación activa rápida. Tiene una duración de 8 a 15 días [95].
La unión de los tres bloques de mesociclos forma una sola fase de entrenamiento que concluye con una competencia específica. A diferencia de la periodización tradicional, en la cual el programa de entrenamiento mixto busca desarrollar muchas habilidades, el desarrollo consecutivo de habilidades blanco, típico de la periodización en bloques, produce estímulos de entrenamiento para varias funciones, mientras que las otras habilidades disminuyen. En este sentido, la duración de los efectos residuales del entrenamiento adquiere una importancia principal. La correcta secuencia de mesociclos dentro del plan de entrenamiento hace posible la obtención de una “superposición óptima de efectos residuales del entrenamiento", [37] de modo de permitir el rendimiento competitivo a un nivel alto para todas las habilidades motoras y técnicas. Esta posibilidad surge porque los residuos de entrenamiento de habilidades básicas duran más tiempo que los residuos de habilidades más específicas, mientras que los residuos de velocidad máxima y preparación específica de un evento son los más cortos [93, 94]. Así, la longitud total de una sola fase de entrenamiento va de 5 a 10 semanas, dependiendo de la frecuencia de competencia y de los factores deporte-específicos.
Diseño de un Ciclo Anual 
Sobre la base de lo que mencionamos anteriormente, el diseño de un ciclo anual puede verse como una sucesión de fases más o menos autónomas, en donde se alcanzan objetivos similares por medio de programas de entrenamiento parcialmente renovados y mejorados cualitativamente. Una batería de tests repetidos en cada fase junto con los resultados de rendimientos competitivos ayudarán a monitorear el proceso de entrenamiento y proporcionarán una retroalimentación que podrá ser utilizada para la evaluación continua y rectificación del programa. Finalmente, el número de fases de entrenamiento en un ciclo anual dependerá de las particularidades de un deporte dado, su cronograma de competencias importantes, etc., y normalmente tendrá una duración de cuatro a siete fases. El ciclo anual típico de un entrenamiento de periodización por bloques se presenta en la Figura 5. 

Figura 5. Esquema de un ciclo anual con bloques periodizados. Se grafica la importancia de las competencias en puntos de referencia que van de 1 (nivel más bajo) a 5 (competencia objetivo) [94, 95]. 
La estructura temporal del plan anual se construye en primer lugar por la cronología de las fases de entrenamiento. Estas fases están determinadas por el cronograma de las competencias establecidas obligatorias y por la posible duración de varios bloques de mesociclos. Por lo tanto, la duración de las fases de entrenamiento varía de 3 meses (normalmente a comienzos de la temporada) a 25 días (normalmente a fines de la temporada, dependiendo de la frecuencia de competencias obligatorias). En función de las demandas generales de la cronología de las fases de entrenamiento, pueden iniciarse competencias adicionales, campamentos de entrenamiento y exámenes médicos. 
Generalmente hablando, cuando los entrenadores diseñan los planes anuales enfrentan un dilema: el plan liberal “fácil” no conducirá al éxito, pero un programa ambicioso activo puede provocar fatiga excesiva y puede conducir al fracaso. Visto de esta manera, el diseño de periodización por bloques tiene beneficios obvios. Debido a la similitud de las fases secuenciales, los entrenadores pueden formular un plan de bloques consecutivos, basados en la retroalimentación de la fase anterior del entrenamiento. Las momentos de trabajo más estresantes, i.e mesociclos de transformación, pueden ser acortados, alargadas o modificadas después de los cambios en las respuestas de los atletas. Cuando se trabaja para una competencia dada, los entrenadores pueden revisar el programa de puesta a punto dos a tres veces y aprobar la versión más favorable. 

CONCLUSIONES 

El desafío de este trabajo de investigación fue introducir la periodización del entrenamiento citando los esfuerzos preliminares de los pioneros e intentando presentar sus versiones más modernas resumiendo conceptos y evidencia recientemente introducidos. Una parte fundamental de la teoría para la preparación de los atletas, la periodización del entrenamiento, abarca tanto elementos académicos (conceptos biológicos generalizados, antecedentes fisiológicos, teoría del entrenamiento) como temas orientados prácticamente (conceptos alternativos de entrenamiento, implementación de bloques de entrenamiento, etc.), que son igualmente importantes. La larga historia de la periodización del entrenamiento tradicional revela su poder de permanencia como uno de los componentes escolásticos más conservadores de la teoría del entrenamiento. Las cinco décadas en las cuales se ha utilizado la periodización del entrenamiento han sido suficientes para demostrar los méritos y debilidades del modelo tradicional. Sus beneficios derivan de una estructuración más razonable de preparación a largo plazo, mientras que sus desventajas surgen de las respuestas contradictorias producidas por el entrenamiento mixto para múltiples objetivos (Tabla 2). El modelo no tradicional, llamado “periodización por bloques”, propone un sistema de entrenamiento renovado en el cual la secuencia de bloques de mesociclos explota la interacción favorable de efectos de entrenamiento acumulativos y residuales. 
Agradecimientos
No se recibieron recursos ni fondos para la preparación de este trabajo de revisión. El autor no tiene ningún conflicto de interés que sea directamente relevante con el contenido de este trabajo de revisión. 

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Cita

Cita Original
Issurin Vladimir B. New Horizons for the Methodology and Physiology of Training Periodization. Sports Med; 40 (3): 189-206, 2010
Cita en PubliCE Premium
Vladimir B. Issurin (2014). Nuevos Horizontes para la Metodología y la Fisiología de la Periodización del Entrenamiento. PubliCE Premium.
http://g-se.com/es/entrenamiento-de-la-resistencia/articulos/nuevos-horizontes-para-la-metodologia-y-la-fisiologia-de-la-periodizacion-del-entrenamiento-1742